Me gustaría presentaros que, como tal vez sepáis, el caprino y el ovino forman el grupo que llamamos pequeños rumiantes y tienen unas características similares o comunes en cuanto a los sistemas de producción en los que se suelen explotar porque en ambos casos estamos hablando de explotaciones multiproducto. Es decir, vamos a obtener como producciones carne, leche, lana en el caso del ovino, o pelo en el caso del caprino y también piel/cuero. Los pequeños rumiantes pueden explotar los recursos naturales y las tierras que no se pueden utilizar para la agricultura porque no tienen la calidad adecuada, pero estos animales sí pueden explotar estas tierras. Además, me gustaría destacar aquí que este tipo de rumiantes tiene una muy buena adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas. Incluso a veces a condiciones extremas y son muy importantes para el desarrollo socioeconómico del territorio y de la población, porque suelen estar vinculados a las zonas rurales y mantienen a la población en estas zonas rurales, lo que contribuye a crear un entorno de actividad económica y social en estas áreas. Así que este es un aspecto importante a tener en cuenta en este tipo de explotaciones. También, lo último, pero no menos importante es que la actividad de este tipo de animales favorece el mantenimiento de la tierra, para la reducción de la erosión y también para la prevención de incendios, porque limpian los montes, limpian las tierras de este material vegetal que podría ser muy peligroso en el caso de incendios.
El censo caprino en el mundo es ahora de unos 780.000.000 de cabras, y de su distribución por regiones tenemos que la mayor población se encuentra en Asia (60% de las cabras a nivel mundial). Luego tenemos a África con casi el 30% de la población total caprina. Después América con cerca del 4% de la población. Y por último encontramos Europa y Oceanía. En Oceanía la población caprina es muy pequeña y en Europa es alrededor del 2% de la población total de las cabras en el mundo. Éstas últimas se localizan principalmente en el área mediterránea.
De hecho, el sector caprino en Europa se localiza principalmente en Francia, en España y también en Grecia. Sin embargo, también hay una población importante en los Países Bajos, pero es cierto que los países mediterráneos son los más importantes en este tipo de producción. Tradicionalmente, las explotaciones caprinas han estado vinculadas a las zonas menos favorecidas. Pero en los últimos 15 años, la ganadería caprina ha tenido un gran desarrollo en diferentes aspectos relacionados con la producción y con la comercialización de los productos. Se ha producido una profesionalización del sector de este tipo de producción agropecuaria, lo que se ha visto apoyado por la aparición de asociaciones que han promovido este tipo de ganadería. También un aspecto importante ha sido el desarrollo de programas de mejora genética generalmente ligados a determinadas razas, con una características específicas de producción, y la mayoría de las veces ligadas a la preservación de las razas locales. Tenemos que decir existe una enorme diversidad en los tipos de sistemas de producción de cabras. Es difícil centrarse sólo en determinados modelos productivos, porque es cierto que en el caso de la producción caprina los sistemas son muy variados. Pero vamos a definir en este curso algunas de las características más típicas que podemos encontrar en la ganadería caprina actual.
Hay que indicar que en este caso podemos encontrar micro-explotaciones con apenas diez o 15 animales, y asimismo podemos encontrar grandes explotaciones de más de 500 animales o 1000 animales. Depende del tipo de producción, de la intensidad de la producción y también depende de la localización, porque, como pueden imaginar, normalmente en África o en Asia, podemos encontrar granjas más pequeñas mientras que en Europa y América podemos encontrar granjas más grandes e intensificadas. Pero incluso dentro de Europa podemos encontrar también pequeñas explotaciones. Así que es un sector en el que podemos encontrar muchas, muchas opciones diferentes. No obstante, si tenemos que definir algunas tendencias, la tendencia es que en Europa la mayor parte de la producción se dedica a caprino lechero. Y en este caso, hablamos de explotaciones más intensivas y de explotaciones más grandes. Esta es más o menos la tendencia. Y al contrario, en otros lugares del mundo, tenemos explotaciones más pequeñas, más centradas en la producción de carne sin sala de ordeño. Así que estos son más o menos los dos extremos de los sistemas de producción caprinos.
Sobre las características principales de las cabras a nivel morfológico y de comportamiento, cabe decir que tienen muchas, muchas similitudes con el ganado bovino y ovino. Todos ellos son rumiantes y tienen muchas cosas en común, pero también tienen muchas diferencias.
Así, en el caso de las cabras, encontramos diferencias en la morfología, en el comportamiento alimentario, en los hábitos de desplazamiento, en la actividad física, en las necesidades de agua, en el comportamiento social, en la composición de la leche, etc.
Sobre la morfología, tenemos que decir que las cabras son menos pesadas que los otros rumiantes. Tienen una cola corta, orejas derechas, tienen cuernos, la parte frontal de la cabeza es más ancha. Tienen un cuello largo. Tienen pelo en lugar de lana como en el caso de las ovejas. Tanto los machos como las hembras tienen barba. Y también son animales con una gran fuerza y agilidad, y por ello tienen pezuñas muy fuertes. También es muy importante la forma del labio: tienen un labio superior menos hendido. Esto hace que, por ejemplo, el uso de la hierba a nivel del suelo sea más difícil para las cabras que para las ovejas. Pero al contrario, pueden, por ejemplo, comer ramas de árboles (ramoneo). Por lo tanto, esta morfología también condiciona, bien limita o bien ofrece algunas ventajas, en su comportamiento alimentario.
Otra característica principal del comportamiento de las cabras es que son muy ágiles. Pueden moverse muy rápido, mejor que otros rumiantes. Pueden vivir en condiciones climáticas más adversas. Y, en particular, están muy bien adaptadas al calor extremo y al clima seco. Son muy resistentes a las enfermedades. De hecho, son más resistentes que otros rumiantes como los ovinos y los bovinos. Y también tienen una muy buena recuperación o una recuperación muy rápida después de periodos nutricionales deficientes. Esto también es positivo. Esta es otra consecuencia de esa mayor resistencia.
Si nos centramos ahora en sus hábitos y temperamento, podemos decir que son rumiantes muy inteligentes y sensibles, pero también rebeldes y atrevidos; les gusta la libertad y son muy curiosos. En comparación con las ovejas, son menos rutinarias y gregarias, pero tienen una estructura social jerárquica. Tienen un jefe del rebaño. Así que son menos gregarios, pero tienen una estructura social jerárquica. Saltan muy, muy fácilmente. Y por supuesto, de nuevo, la adaptación a diferentes climas, prefieren el calor que el frío. En cuanto a la reproducción y el comportamiento, son muy precoces. Los machos pueden empezar la monta alrededor de los cuatro meses, aunque la edad habitual es de unos 5 a 8 meses. En el caso de las hembras, pueden iniciar la actividad reproductiva a los siete meses, pero lo habitual es que lo hagan entre los 8 y los 10 meses. Tienen una buena prolificidad, mayor que la de las ovejas. Y también por eso, tienen mayor capacidad de producción de leche. Normalmente pueden producir entre 3 y 5 litros al día, dependiendo de las razas, del sistema de producción…
En cuanto al comportamiento alimentario, tienen una alta capacidad de ingesta de alimento. Pueden comer hasta el 5% de su peso vivo, el cual es un porcentaje elevado. Son muy selectivos. Suelen elegir, si tienen diferentes opciones, lo que quieren comer, por lo que es importante planificar la alimentación en este tipo de animales. Pueden aprovechar los pastizales pobres y los hábitats de matorrales espinosos porque pueden digerir productos ricos en fibra. Tienen una gran palatabilidad y pueden distinguir muy bien los distintos sabores y gustos. Por ejemplo, prefieren los sabores amargos y los brotes frescos. Pueden consumir ramas de árboles, y si los tienen disponibles, su dieta podría basarse en esto hasta un 40%. Así que hay que considerar este aspecto, porque, por ejemplo, si tenemos un terreno en el que no queremos que las cabras hagan ningún daño en los árboles, es importante saber que pueden hacerlo. Y esto es porque pueden adoptar una postura bípeda y también porque tienen un labio superior y una lengua muy fuertes y móviles.
Otras características del comportamiento alimenticio son: que suelen caminar grandes distancias durante el pastoreo. También hay que tener en cuenta que hay que saber cuánto tiempo dedican a comer y no a caminar. Esto es importante para conocer el uso del pasto por parte de este tipo de animales. Es importante saber también que como son muy selectivos, rechazan los pastos pisados y las zonas que son pastoreadas por otras especies. Así que pueden descartar hasta el 50% del pasto y hasta el 20% del alimento que les proporcionamos. Y sobre las necesidades de agua, normalmente un adulto necesita unos diez litros al día, una cabra seca o de reposición unos cinco litros al día, y un cabrito unos tres litros al día.
Vamos a ver ahora cuáles son los principales sistemas de producción según su intensificación. Vamos a distinguir, en este caso, tres tipos de sistemas de producción: sistemas de producción extensivos, semi-extensivos e intensivos.
El sistema de producción extensivo se basa en rebaños que no suelen tener base territorial. Por lo tanto, suelen estar en zonas montañosas, en zonas que no son buenas para la agricultura. Normalmente este tipo de sistemas de producción se dedica a la producción de carne. La alimentación se basa en el pastoreo y no hay suplementación alimenticia. Normalmente, en este caso, no hay una planificación de la cría. Por lo tanto, las cabras y los machos están en el mismo lote durante todo el año. En este caso, el objetivo de producción es un único parto al año. Sobre la infraestructura, realmente, no tienen infraestructuras. Tienen, en algunos casos rediles rudimentarios, y generalmente los rebaños son conducidos por pastores. En este tipo de producciones, las razas que se suelen explotar son razas locales o autóctonas.
El segundo tipo de sistema de producción son los sistemas semiextensivos. En este caso, tenemos una mejor gestión del rebaño. Existe alguna planificación para su gestión. Normalmente este tipo de rebaños se dedica a la producción de leche y carne. Así que en este caso, el ordeño diario está presente. La alimentación se basa principalmente en el pastoreo, pero también tienen algunos suplementos en algunas temporadas cuando es necesario. Hay alojamiento para los partos y a veces para el resto del rebaño en los periodos fríos o en la noche. Y normalmente tienen una sala de ordeño para el ordeño diario. La leche es el producto principal y la producción de carne, los cabritos en este caso, es la actividad complementaria de la granja.
El último sistema de producción corresponde a las explotaciones intensivas. En este caso, los animales están alojados en interiores y se dedican sólo a la producción de leche. ¿Qué hacen con los cabritos? Normalmente los cabritos se venden con muy, muy pocos días. Después de tres o cuatro días, y por lo general, se alimentan con lactancia artificial. Hay, en este caso, una planificación reproductiva en diferentes lotes y tienen, por supuesto, sala de ordeño y diferentes tecnologías. El ganadero, en este caso, tiene una mayor cualificación. Así que es un tipo de sistema de producción que requiere más insumos, pero también suele tener más beneficios para el ganadero.
Se presenta en la imagen el ciclo de producción caprina. Empezamos en el parto y, después del parto, la madre empieza la lactancia, que suele tener una duración de diez meses. Durante la lactancia, la madre, después de dos o tres meses del parto, se va a aparear y vamos a tener otra gestación. La duración de la gestación es de unos cinco meses. Posteriormente se inicia el período seco, que normalmente se establece dos meses antes del parto, y a continuación vamos a empezar de nuevo el ciclo.
Para los cabritos y en la producción muy intensiva, el destete es alrededor de 1 a 3 días después del parto. Y luego se alimentan con lactancia artificial. Suelen dedicarse a un tipo de producción que es el cabrito lechal, el tipo de producción más valorado en el mercado. Si los cabritos van a ser utilizados para la reposición de las madres, van a estar con el rebaño en la misma granja hasta el destete, que será con cinco u ocho semanas. Así que vamos a tener un destete más largo y luego van a ser alimentados con leche y piensos hasta que tengan la edad y el desarrollo físico para ser utilizados como un animal de reproducción.
En cuanto al manejo productivo en las cabras, suele haber tres modelos, pero el más habitual cuando hablamos de cabras lecheras es el primero que es el de “un parto al año”. En este caso, lo que tenemos son diez meses de lactancia para las madres y dos meses para el periodo seco. Hay otra opción que es “tres partos en dos años” que es similar a un modelo que es muy habitual en ovejas, pero que en el caso de las cabras sólo se utiliza cuando los rebaños se dedican sólo a la producción de carne y no es recomendable para rebaños de ordeño. Y el último, que no es nada recomendable, pero que podemos encontrar en algunas explotaciones, consiste es tener 24 meses de lactación sin secar a la madre después de 10 meses. Así que esto no se recomienda en absoluto. Esto no es bueno. Y vamos a ver por qué.
Se presenta una curva de lactación para cabras con un parto por año. La que está al lado es una curva de lactación inusual. Tenemos el tiempo en el eje X y tenemos la producción en el eje Y. Cuando tenemos la curva de lactación para las cabras que están produciendo leche durante 24 meses sin el período seco, tenemos sólo otra curva de lactancia, pero tenemos aquí tenemos la caída de la curva y luego una leve recuperación y una nueva caída de producción muy fuerte. Así que la producción no es realmente buena, y esto no es bueno tampoco para la fisiología de los animales, por lo que esto no es recomendable en absoluto para los animales; si los ganaderos no secan a los animales, los animales van a seguir produciendo leche, pero esto no es un buen estándar de producción.
Sobre los productos que tenemos en estos sistemas de producción caprina, el principal producto es la leche. Normalmente la leche se dedica a la producción de queso, los cuales suelen ser muy demandados. En Francia, por ejemplo, los quesos de cabra son muy, muy apreciados. A veces también podemos encontrar leche líquida envasada, pero no es realmente un producto demanado. Hay que decir que la composición y las propiedades de la leche de cabra son muy diferentes a las de la leche de oveja y vaca. Se trata de una leche energética, con muchas proteínas y aminoácidos esenciales. Es rica en calcio y vitaminas. Es baja en lactosa y también es baja en ácido fólico y es más digestiva, quizás porque tiene un bajo contenido en lactosa.
Si pasamos al segundo producto principal, en este caso tenemos la carne, pero realmente el consumo en la Unión Europea es muy bajo, apenas 0,2 kilos por habitante y año. En otros lugares, como Asia o África, el consumo es mayor, pero no en Europa. Realmente en los países desarrollados es sólo un consumo estacional. Esta carne tiene un olor y un sabor típicos debido al contenido de ácido hircínico. Las canales son largas, estrechas y magras. Tienen un alto contenido en proteínas y un buen valor nutricional. Para la clasificación de las canales, se suele utilizar el color de la grasa de cobertura, el color de la carne y la cobertura de grasa en la pelvis.
En cuanto a la producción de carne de cabra, podemos distinguir 3 tipos principales de carnes o tipos de producciones. En primer lugar, podemos encontrar lo que llamamos la carne procedente de cabritos lechales. En este caso se trata de la principal producción. Más o menos en todo el mundo, será el 45% del total de la producción de carne de cabra. Es la carne de cabra más demandada. Por supuesto, también es el tipo de carne de cabra que alcanza los precios más altos en el mercado. En este caso, estamos hablando de un animal de 30 días y peso vivo en torno a los 8 o 10 kilogramos. El segundo tipo de producción es la asociada a los cabritos, más o menos podría ser el 20% de la producción de carne de cabra en Europa. Pero también hay que señalar aquí que en otras partes del mundo, quizás en Asia, quizás en África, este tipo de producción podría haber alcanzado tasas de producción más altas. En este caso estamos hablando de un animal con una edad de entre dos y cuatro meses y con un peso vivo de entre 18 y 25 kilogramos. Y como no es muy demandada este tipo de carne, los precios no son muy elevados. De hecho son muy similares a los precios que alcanzan los animales de desecho o las cabras adultas. Y por último, este es el último tipo de producción, que llamamos carne de cabra o de animal adulto, que más o menos cubre el 35% de la producción, y en este caso, como he comentado antes, normalmente este tipo de producción proviene de los animales de desecho, que son los animales eliminados del rebaño por diferentes motivos, pero sobre todo porque son viejos y no pueden cubrir las expectativas de producciones y de reproducción en una explotación habitual.
Y por último os dejo algunas referencias por si queréis buscar más información sobre los sistemas de producción caprina y también sobre la producción caprina sostenible.
Muchas gracias por su atención. Espero que hayan disfrutado de esta lección y del curso sobre diferentes aspectos de la producción animal.